Dolor en el muñón
Después de la amputación de un brazo o de una pierna, la persona afectada puede sentir dolor en la extremidad amputada (dolor fantasma). El dolor es real, pero la localización es errónea. La probabilidad de sentir dolor fantasma es mayor cuando el dolor con anterioridad a la intervención fue muy agudo o muy persistente. El dolor fantasma suele ser más intenso en los primeros momentos después de la amputación y va remitiendo con el tiempo. En muchos casos, el dolor fantasma es más frecuente cuando no se lleva puesta la prótesis (por ejemplo, durante la noche). El riesgo de sufrir dolor fantasma es menor cuando se utiliza anestesia intradural raquídea y anestesia general en la intervención quirúrgica.
En algunos casos se experimenta la sensación del miembro fantasma, que no es dolorosa, pero la persona siente como si la extremidad amputada estuviera aún ahí. Puede ocurrir que, al sentir esta sensación, la persona con una pierna amputada se ponga en pie (y, por tanto, se caiga). Esta experiencia suele ocurrir durante la noche, al despertarse con ganas de ir al baño. La sensación del miembro fantasma es mucho más frecuente que el dolor fantasma.
El propio muñón también puede doler. Los masajes aplicados al muñón suelen aliviar el dolor. El dolor puede ser debido a una infección o a la erosión de la piel (pequeñas heridas cutáneas). En estos casos es necesario consultar al médico.
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